viernes, 21 de agosto de 2009

parodia de crepusculo

Cap 1: “los errores comunes de Bella Swan”
Salí de la clase del Sr. Vanner abrumada, sabia tanto el tipo, que no me entraba en la cabeza como había llegado hasta acá. Aunque claro con la ayuda de Edward ¿Quién no aprueba?
Siempre me había considerado una persona tonta, sin suerte, pero especialmente tonta por haber logrado que ese se enamorara de mi, éramos solo AMIGOS pero el no entendía el significado de esas dos palabras, y menos juntas. Para colmo, Edward Cullen no se interesaba en mí, lo había probado todo, desde la torpe seducción hasta embaucarlo.
Luego de nuestra pelea, se negaba a hablar conmigo.
Ahora andaba con un libro de autoayuda.
Y lo peor es que había logrado que Mike se enamorara más de mí y Jessica me odiara.
Soy una estupida me repetía mientras me encaminaba hacia la cafetería.
-que novedad- dijo Jessica por lo bajo al pasar al lado mío.
Suspire, aun seguía enojada porque había invitado a Mike a salir. Estúpido libro de autoayuda.
Unos brazos se enroscaron alrededor de mi cintura y unos labios me susurraron al oído “hola cariñito”. Mike pensé como si fuera una palabrota.
-hola Mike.
Iba a pedirle que me soltara, pero al ver que Edward venia justo hacia nosotros decidí otra cosa.
Me di vuelta y lo abrasé muy cariñosamente.
Edward solo frunció el seño y siguió caminando. Empecé a desesperarme, lo había probado todo. Conclusión del experimento: soy una estupida.
No me cabía en la cabeza porque Charlie había tenido una hija tan tonta.
Me concentre en Mike, el chico nunca se cansaba, y eso de decirme cariñito me estaba pudriendo.
-Mike suéltame- le dije ajito cuando su mano empezó a descender por mi espalda.
- lo siento- dijo intentando parecer avergonzado.
Pero lo veía en sus ojos, estaba triunfante. Decidí bajarle los humos, no fuera a ser que se le viniera a la cabeza pensar que podía tener más poder sobre mí. Menos mal que Charlie no se lo bancaba, con lo cual no lo dejaba entrar a casa.
Y por suerte, tampoco quería mucho a Jacob Black, el chaval tenía fama de violador, aunque no había ningún caso declarado.
Se juntaba con ese Sam, y ese Paul, dos violadores más.
Para mi que ese Paul era homosexual, ya que se pasaba el día persiguiendo al pobre Seth.
Le quite las manos de mi a Mike, pero para contentarlo le tome la mano, era el ultimo recurso.
Suspire, por enésima vez, y me resigne.
Entramos juntos a la cafetería y nos colocamos en la cola para la comida.
Por el rabillo del ojo detecte una mirada particular de Edward y un gesto que indicaba que quería que yo fuera.
Pensé una buena excusa (en eso si era buena) y me volví hacia Mike para presentársela.
El muy estupido seguro caería, aparte iba a hacer algo bueno por una... bueno una ex amiga
-Mike, olvide mi tarea de física en el casillero, y no se si esta hecha, iré a ver.
-¿quieres que te acompañe?-pregunto para mi sorpresa.
-no pero Jessica me ha pedido encarecidamente que te sientes con ella.
Al ver como su cara se sorprendía y luego formaba una sonrisa intuí que a el le gustaba Jessica.
Al pasar junto a ella me detuve.
-Mike es todo tuyo-le dije bajito para que solo ella me escuchara-no es nada mío, solo quería que Edward se fijara en mi.
Jessica sonrío y todo.
Luego me respondió.
-lo siento, yo tampoco te aclare que me gustaba Mike, suerte con Edward.
Le correspondí la sonrisa y me fui.
Salí al aparcamiento perdiendo las esperanzas, era obvio que Edward no quería arreglarse conmigo.
Por mas que hiciera lo que hiciera, no conseguía que el se disculpara conmigo, claro como el había estado con esa Tanya... no me necesitaba mas, yo solo había sido su distracción, la estupida de Bella, de la que seguro se había reído con Emmett.
Me cruce de brazos y puse un puchero.
-se puede saber que le pasa a mi novia-dijo una seductora voz en mi oído.
Unos brazos me acariciaron la cintura y me empujaron contra la pared.
Dejo su rostro a solo unos centímetros del mío.
-¿Por qué me haces esto Bella?-me susurro con aquella voz, esa irresistible que lograba cuando quería convencerme o conseguir algo de mi.- ¿Por qué me torturas así?
Como siempre, me costaba pensar con coherencia. Pero me las arreglé.
-tu no eres el único que anda por ahí revoloteándole a otro, claro tu puedes irte con Tanya todo lo que quieras pero yo no ¿eh? Si te hace sentir mejor tu eres al único al que he besado.
-y tu eres la única en mi vida, Bella ¿Cuándo lo entenderás? Tanya es solo una amiga, solo puedo probártelo así.
Sus labios se acercaron peligrosamente, y una de sus manos se enrosco alrededor de mi cintura mientras que la otra se enrededaba en mi pelo, su aliento me golpeo el rostro, me repente me sentí mareada, pero seguramente seria porque otra vez me olvidaba de respirar.
Justo cuando nuestros labios se tocaron una voz dijo mi nombre a lo lejos.
-Jacob-susurro alejándose bruscamente de mí.- y con intenciones incorrectas.
Edward se envaro a mi lado, y yo me puse tensa, pero el tomo mi mano y una corriente tranquilizadora recorrió mi cuerpo.
-hola Jacob-dije utilizando todo el odio que mi cuerpo era capaz de emitir.
-bella por fin...-dijo mi amigo, sin reparar en Edward. -¿vienes a la reserva? Tengo que hablar contigo.
-no puedo ahora, estoy... ocupada-dije mirando a Edward.
-ah... bueno entonces mañana, cuando llegues al instituto estaré aquí.
Se fue con ese paso descoordinado tan suyo. Parecía increíble que semejante mastodonte fuera mi amigo.
Cunado se perdió de vista, me volví hacia Edward. Que se relajo al ver mi rostro.
-¿vas a hacerme sufrir también con Jacob?-pregunto mirándome a los ojos-porque si es así estoy dispuesto a vengarme...
Una sonrisa malévola cruzo por su rostro, pero se desvaneció al instante.
-¿y tu? ¿Quién sigue después de Tanya? ¿Irina? ¿Kate?-Alice me había contado sobre las “amigas” de Edward.
-bella, ellas solo son mis amigas, a la única que amo es a ti- se acerco mas, otra vez termine con la espalda pegada a la pared.
-y solo esta manera de demostrarlo.
Rozo sus labios con los míos provocando que el deseo corriera por mis venas, el sabia provocar muy bien esta sensación. Y yo sabia que venia ahora, y estaba fascinada.
-pero no aquí.
Me llevo hasta el volvo, donde caí sobre el asiento. Y sobre el...
Sus manos se posicionaron en mi cintura, y acerco sus labios a los míos.
Me beso con ferviente pasión, con el deseo impregnado en sus labios.
Sus labios hicieron su propio camino en los míos.
Como en sueños, oí que se cerraba la puerta del volvo, y sentí como Edward me acomodaba bien sobre el.
Sus labios comenzaron bajar por mi garganta provocando que me estremeciera, y una de sus manos se metió en mi camisa mientras que la otro se introducía en mi pelo y me pegaba mas a el.
Yo, por mi parte, recorría el contorno de los músculos de su pecho, ya que tenía la camisa semi-abierta.
El me beso el cuello y la clavícula, luego dirigió ferozmente sus labios hacia los míos.
Estuvimos así un largo rato, hasta que sonó la campana que indicaba la clase de biología.
Mierda, pensé. Odiaba terminar así mis sesiones de cariño con Edward (esta era la segunda) porque me quedaba medio atontada (lo cual no era novedad).
Nos acomodo en los asientos, suspiro y me saco del auto.
Antes de comenzar a caminar, deposito en mis labios el beso más hermoso que pude haber sentido.
Regrese a casa todavía bizqueando, el deseo de Charlie se había vuelto realidad, Edward Cullen era mío. Bueno, no solo el sueño de Charlie, el mío también.
Parecía increíble que alguien sin suerte como yo pudiera tener a Edward que bueno... no parecía del todo humano pero era de lo más guay.
Todos los errores que puedo cometer tienen un feliz, o al menos eso creo.

sábado, 2 de mayo de 2009

lo sientoo :(
peor ando sin internet si dios qiere vulevo pronto a la accion!!!! un besooo

domingo, 19 de abril de 2009

lunes, 6 de abril de 2009

domingo, 5 de abril de 2009

viernes, 3 de abril de 2009


antes lo subio dani pero yo lo encontre hace poco en otro lado
lo qe eran aqellos tiempos...

nuevo banner


obra i gracia de daaaa, te adoro amigaa

snif


estuve segura que se trataba del mismo lugar al primer golpe de vista...
(...)
se trataba del mismo lugar... pero no estaba alli lo que habia ido a buscar.
el desencanto fue casi inmediato como el reconocimiento. me deje caer de rodillas alli mismo, al borde del claro, y empeze a respirar entrecortadamente.

viernes, 27 de marzo de 2009

lunes, 23 de marzo de 2009

jueves, 19 de marzo de 2009

miércoles, 11 de marzo de 2009

martes, 10 de marzo de 2009


tiernoo muyy tiernoo

jueves, 5 de marzo de 2009

martes, 3 de marzo de 2009

—Lamento estropearte la ilusión, pero no inspiras tanto miedo, de veras —con toda naturalidad, le mentí—: De hecho, no me asustas nada en absoluto.
Se detuvo y arqueó las cejas con manifiesta incredulidad. Una sonrisa ancha y traviesa recorrió su rostro.
—No deberías haber dicho eso, de veras.
Edward emitió un sordo gruñido gutural y los labios mostraron unos dientes perfectos al curvarse hacia atrás. De repente, su cuerpo cambió, se había agachado, tenso como un león a punto de acometer.
Sin dejar de mirarlo, me aparté de él.
—No deberías haberlo dicho.
No le vi saltar hacia mí, fue demasiado rápido. De repente me encontré en el aire y luego caímos sobre el sofá, que golpeó contra la pared por el impacto. Sus brazos formaron una protectora jaula durante todo el tiempo, por lo que apenas sentí el zarandeo, pero seguía respirando agitadamente cuando intenté ponerme en pie.
— ¿Qué era lo que decías? —preguntó juguetón.
—Que eres un monstruo realmente aterrador —repliqué. El jadeo de mi voz estropeó algo el sarcasmo de mi respuesta.
—Mucho mejor —aprobó.
—Esto... —forcejeé——. ¿Me puedes bajar ya?
Se limitó a reírse.
— ¿Se puede? —preguntó una voz que parecía proceder del vestíbulo.
Me debatí para liberarme, pero Edward se limitó a dejar que pudiera sentarme de forma más convencional sobre su regazo. Entonces vi en el vestíbulo a Alice y a Jasper detrás de ella. Me puse colorada, pero Edward parecía a gusto.
—Adelante —contestó Edward, que aún seguía riéndose discretamente.
Alice no pareció hallar nada inusual en nuestro abrazo. Caminó —casi bailó, tal era la gracia de sus movimientos— hacia el centro del cuarto y se dobló de forma sinuosa para sentarse sobre el suelo. Jasper, sin embargo, se detuvo en el umbral un poco sorprendido. Clavó los ojos en el rostro de Edward y me pregunté si estaba tanteando el clima reinante con su inusual sensibilidad.
—Parecía que te ibas a almorzar a Bella —anunció Alice—, y veníamos a ver si la podíamos compartir.
Me puse rígida durante un instante, hasta que me percaté de la gran sonrisa de Edward. No sabría decir si se debía al comentario de Alice o a mi reacción.
—Lo siento. No creo que haya bastante para compartir —replicó sin dejar de rodearme con los brazos.
—De hecho —dijo Jasper, sonriendo a su pesar cuando entró en la habitación—, Alice anuncia una gran tormenta para esta noche y Emmett quiere jugar a la pelota. ¿Te apuntas?
Las palabras eran bastante comunes, pero me desconcertaba el contexto; aunque Alice era más fiable que el hombre del tiempo.
Los ojos de Edward se iluminaron, pero aun así vaciló.
—Traerías a Bella, por supuesto —añadió Alice jovialmente. Había creído atisbar la rápida mirada que Jasper le lanzaba.
— ¿Quieres ir? —me preguntó Edward, animado y con expresión de entusiasmo.
—Claro —no podía decepcionar a un rostro como ése—. Eh, ¿adonde vamos?
—Hemos de esperar a que truene para jugar, ya verás la razón —me prometió.
— ¿Necesitaré un paraguas?
Las tres rompieron a reír estrepitosamente.
— ¿Lo va a necesitar? —preguntó Jasper a Alice.
—No; —estaba segura—. La tormenta va a descargar sobre el pueblo. El claro del bosque debería de estar bastante seco.
—En ese caso, perfecto.
El entusiasmo de la voz de Jasper fue contagioso, por descontado. Yo misma me descubrí más curiosa que aterrada.
—Vamos a ver si Carlisle quiere venir.
Alice se levantó y cruzó la puerta de un modo que hubiera roto de envidia el corazón de una bailarina.
—Como si no lo supieras —la pinchó Jasper.
Ambos siguieron su camino con rapidez, pero Jasper se las arregló para dejar la puerta discretamente cerrada al salir.
— ¿A qué vamos a jugar? —quise saber.
—Tú vas a mirar —aclaró Edward—. Nosotros jugaremos al béisbol.
Levanté los ojos hacia el cielo
— ¿A los vampiros les gusta el béisbol?
—Es el pasatiempo americano —me replicó con burlona solemnidad.

parte de crepusculo qe me gusta mucho :)

Terminé poniéndome mi única falda, larga y de color caqui, pero aun así informal. Me vestí con la blusa de color azul oscuro de la que Edward había hablado favorablemente en una ocasión. Un rápido vistazo en el espejo me convenció de que mi pelo era una causa perdida, por lo que me lo recogí en una coleta.
—De acuerdo —bajé a saltos las escaleras—. Estoy presentable.
Me esperaba al pie de las mismas, más cerca de lo que pensaba, por lo que salté encima de él. Edward me sostuvo, durante unos segundos me retuvo con cautela a cierta distancia antes de atraerme súbitamente.
—Te has vuelto a equivocar —me murmuró al oído—. Vas totalmente indecente. No está bien que alguien tenga un aspecto tan apetecible.
—¿Cómo de apetecible? Puedo cambiar...
Suspiró al tiempo que sacudía la cabeza.
—Eres tan ridícula...
Presionó con suavidad sus labios helados en mi frente y la habitación empezó a dar vueltas. El olor de su respiración me impedía pensar.
—¿Debo explicarte por qué me resultas apetecible?
Era claramente una pregunta retórica. Sus dedos descendieron lentamente por mi espalda y su aliento rozó con más fuerza mi piel. Mis manos descansaban flácidas sobre su pecho y otra vez me sentí aturdida. Inclinó la cabeza lentamente y por segunda vez sus fríos labios tocaron los míos con mucho cuidado, separándolos levemente.
Entonces sufrí un colapso.

domingo, 1 de marzo de 2009

Sabía que heriría a la chica. Me conformé con el hecho de saber que su dolor no sería más que un pinchazo –un pequeño aguijonazo de rechazo– comparado con mi dolor. Bella era humana, y ella sabía que yo era algo más, algo equivocado, algo aterrador.

Ella debió estar más aliviada que preocupada en el momento que giré mi rostro lejos de ella y pretendía que no existía.

“Hola Edward” me saludó cuando estábamos en biología. Su voz sonaba complacida, amistosa, un giro de 180º desde la última vez que hablamos.

¿Porque? ¿Que significaba el cambio? ¿Ella lo había olvidado? ¿Había decidido que había imaginado todo el episodio? …¿Me había perdonado por no haber cumplido mi promesa de contarle la verdad?.

Jasper estaba dudoso. Él nunca haría algo que hiriera a Alice.
No es el momento oportuno. ¿Arriesgarás su vida, dejándola indefensa?
- ¿Por qué me estás haciendo esto? - gruñí. Mi cabeza se cayó entre mis manos.
Yo no era el protector de Bella. No podía serlo. ¿Acaso el futuro dividido de Alice no era
suficiente prueba de eso?
Yo también la amo. O lo haré. No en la misma forma, pero la quiero alrededor para
cuando eso ocurra.
- Amarla...¿también? - susurré, incrédulo.
Ella suspiró. Estás tan ciego, Edward. ¿Acaso no ves a dónde te lleva todo esto? ¿No
puedes ver dónde estás? Es mucho más inevitable que el sol salga por el este. Vé lo que yo
veo...
Agité mi cabeza, horrorizado. - No.- traté de apagar las visiones que ella me revelaba.
- No tengo que seguir ese camino. Me iré. Cambiaré el futuro. -
- Puedes intentarlo. - me dijo, con su voz escéptica.
- Oh, ¡Vamos! - gritó Emmett.
- Pon atención. - Le dijo Rose a Emmett. - ¡Alice ve a Edward enamorándose de una
humana! ¡Qué clásico Edward! - Ella hizo un sonido de asco.
A duras penas la oí.
- ¿Qué? - dijo Emmett, sorprendido. Luego su atronante risa hizo eco en la habitación.
- ¿Eso es lo que está sucediendo? - se rió de nuevo. - Golpe duro, Edward. -
Sentí su mano en mi hombro y la sacudí automáticamente. No le podía poner atención.
- ¿Enamorado de una humana?. - Repitó Esme en su aturdida voz. - ¿De la chica que
salvó hoy? ¿Enamorado de ella?.-
- ¿Qué es lo que ves, Alice? Exactamente.- preguntó Jasper.
Ella se volteó hacia él; yo continué mirando aturdido al perfil de su rostro.
- Todo depende si él es lo suficientemente fuerte o no. O la mata él mismo---se volteó
para encontrarse con mi mirada de nuevo, deslumbrada---lo cual, realmente, me irritaría
mucho, Edward, sin mencionar lo que te causaría a tí... - Miró a Jasper de nuevo, - o ella será
una de nosotros algún día.-
Alguien jadeó; no miré para ver quién.
- ¡Eso no va a ocurrir!- Estaba gritando de nuevo. - ¡Ninguna de las dos opciones! -
Alice no pareció oírme. - Depende. - repitió. - Puede que él sea muy fuerte para no
matarla---pero estará muy cerca. Le tomará una impresionante fuerza de autocontrol.- dijo
reflexivamente. - Incluso, más del que ha tenido Carlisle. Puede que sea lo suficientemente
fuerte... De lo único que no es lo suficientemente fuerte es de estar lejos de ella. Eso es una
causa perdida.-
No podía encontrar mi voz. Nadie parecía poder hacerlo tampoco. La habitación estaba
en absoluta quietud.
Yo miraba a Alice, y todos me miraban a mí. Podía ver mi propia expresión horrorizada
desde diferentes puntos de vista.
Después de un largo momento, Carlisle suspiró.
- Bueno, esto...complica las cosas.-
- Duh.- Asintió Emmett. Su voz aún estaba cercana a la risa. Confiaba en que Emmett
encontraría una broma en la destrucción de mi vida.
- Supongo que los planes son los mismos. - dijo Carlisle pensativamente. - Nos
quedaremos y observaremos. Obviamente, nadie...herirá a la chica.-
Me endurecí.

viva alice!!!

- Ella no pagará por mi error. No lo voy a permitir. -

- Entonces, ¿ella se beneficiará de el? Ella debió morir hoy, Edward. Yo sólo voy a

terminar lo que empezó.-

Repetí, enfatizando cada palabra. - No lo permitiré.-

Levantó las cejas. Él no estaba esperando esto---él no había imaginado que yo actuaría

para defenderla.

Movió su cabeza una vez. - No permitiré que Alice viva en el peligro, incluso uno

pequeño. Tu no sientes por nadie lo que yo siento por ella, Edward. Y no has pasado por lo que

yo he pasado, aunque hayas visto mis recuerdos o no. Tú no lo entiendes.-

- No estoy negando eso, Jasper. Pero te lo digo ahora, no te voy a permitir que hieras a

Isabella Swan.-

Nos miramos mutuamente---sin pestañear, midiendo la oposición. Sentí cómo cateaba

el humor a mi alrededor, probando mi determinación.

- Jazz, - dijo Alice, interrumpiéndonos.

Él me sostuvo la mirada por un momento más, y entonces la miró a ella. - No te

molestes en decirme que te puedes cuidar sola, Alice. Yo ya sé eso. Aún así tengo... -

- Eso no es lo que voy a decir. - interrumpió Alice. - Te iba a pedir un favor.-

Ví qué se proponía en su mente, y mi boca se abrió con un audible jadeo. La miré, en

estado de shock, notando solo vagamente que todos, aparte de Alice y Jasper, estaban

mirándome fijamente.

- Sé que me amas. Gracias. Pero realmente apreciaría que no trataras de matar a Bella.

Primero que todo, Edward habla en serio, yo no quiero verlos pelear. Segundo, ella es mi

amiga. Mejor dicho, será mi amiga.-

Todo era tan claro como un vidrio en su cabeza: Alice, sonriendo, con su frío y pálido

brazo alrededor de la cálida chica, en sus frágiles hombros. Y Bella sonriendo también, con su

brazo alrededor de la cintura de Alice.

La visión era tan sólida como una roca; lo único incierto era el tiempo.

Nos miramos mutuamente con el ceño fruncido. Era incómodo lo atractivo que resultaba

ser su enojo. Como un gatito furioso, suave y desprotegido, y tan inconsciente de su

vulnerabilidad.

Me atacó una ola de emociones que me encontraron con la guardia baja.
Había visto a Carlisle trabajar con humanos cientos de veces. Años atrás, yo lo había
asisto informalmente---sólo en situaciones dónde la sangre no estuviera implicada. Así que no
era cosa nueva para mi, mirarlo interactuar con la chica como si él mismo fuera humano como
ella. Muchas veces había envidiado su control, pero eso no era lo mismo que sentía en este
momento. Envidiaba mucho más que su control. Sufría por la diferencia entre Carlisle y yo---
que él pudiera tocarla tan gentilmente, sin miedo, sabiendo que él nunca le haría daño...

sol de medianoche

Era sólo por un año o dos, y la chica ya no estaría. Se habría ido y hubiera continuado con su vida---ella tendría una vida con la cual seguir. Iría a la Universidad en algún lugar, envejecería, comenzaría una carrera, quizá se casaría con alguien. Podía imaginar eso---podía verla vestida toda de blanco y caminando con paso cuidadoso, su brazo enlazado con el de su padre.

Era incómodo, el dolor que esa imagen me causó. No lo podía entender. ¿Acaso estaba celoso, porque ella tenía un futuro que yo nunca podría tener? Eso no tenía sentido. Cada uno de los humanos a mi alrededor tenían esa misma oportunidad---una vida---y yo raramente me detuve a envidiarlos.

sábado, 28 de febrero de 2009

crepusculo

luna nueva

zac efron (al cual yo amo toda la vida y lo amare tanto eln la vida como en la muerte)
podria haber interpretado a edward cullen, ya qe es muchisimo mas cariñoso qe el bestia de robert pattinson, aunqe este tampoco deja de ser hermoso....
"Edward sonrio
-No. He pensado en que habia algo que queria intentar
y volvio a tomar mi cabeza en sus manos. nu pude respirar
Vaciló... No de la forma de habitual, no de la forma humana, no de la manera en la que un hombre podria vacilar antes de besar a una mujer para calibrar su reaccion e intuir como le recibiria. Tal vez, vacilaria para prolongar el momento, ese momento ideal previo, muchas veces mejor que el beso mismo.
Edward se detuvo vacilante para probarse a si mismo y ver si era seguro, para cerciorarse de que aún mantenia bajo control su necesidad.
Entonces sus frios labios de marmol presionaron muy suavemente los mios"
"entonces tomo mi cara entre sus manos, casi con rudeza y me beso enserio, moviendo los labios insistentes contra los mios
...
Edward se acerco a mi enseguida. me envolvio en su abrazo ferreo, apretandome contra el."

la frase ed eduar colen

“No soy aburrido como Edward. Quiero divertirme” dice el protagonista. “El es un adulto de 108 años atrapado dentro de un cuerpo de 17 años, pero yo todavía soy un muchacho de 6 años en el fondo” se ríe. dios mio la verdad este "hombre" esta loco...
"Vaciló... No de la forma de habitual, no de la forma humana, no de la manera en la que un hombre podria vacilar antes de besar a una mujer para calibrar su reaccion e intuir como le recibiria.
Tal vez, vacilaria para prolongar el momento, ese momento ideal previo, muchas veces mejor que el beso mismo..."

edward componeme a mi...

Había una historia en esta melodía, y una vez que lo ví, las piezas cayeron en su lugar sin mucho esfuerzo. La historia era una chica durmiente en una estrecha cama, oscuro y espeso cabello salvaje que serpenteaba como algas a través de la almohada.

aaii emett vos i tus pensamientos...

¿Puedes siquiera tocarla? ¿Quiero decir, si le amas... no querrás... tocarla?

Emmett y Rosalie compartían un amor sumamente físico. Le tomaba su tiempo entender como alguien podría amar, sin aquel aspecto.

Suspiré. " Aún no puedo ni siquiera pensar en eso, Emmett. "

Wow. Entonces, ¿cuáles son tus opciones?

" No lo sé, " susurré. " Trato de buscar un camino ... para abandonarla. Pero no sé como hacer para mantenerme lejos..."

uno de mis pasajes favoritos de luna nueva

"En ese momento, su boca estuvo sobre la mia y no pude evitarle. No solo porque era miles de veces mas fuerte que yo, si no porque mi voluntad quedo reducida a polvo cuando se encontraron nuestros labios. Este beso no fue tan cuidadoso como los otros que yo recordaba, lo cual me venia la mar de bien. Luego iba a tener que pagar un precio por el, lo menos que podia hacer era sacarle todo el jugo posible.
Asi que le devolvi el beso con el corazon latiendome a un ritmo irregular, desbocado, mientras mi inspiracion se transformaba en un jadeo frenetico y mis manos se movian avariciosas por su rostro. Noté su cuerpo de mármol contra cada curva del mio y me senti muy contenta de que no me hubiera escuchado, porque no habia pena en el mundo que justificara que me perdiera esto. Sus manos memorizaron mi cara, tal como estaban haciendo las mias y durante los segundos escasos que sus labios estuvieron libres, murmuró mi nombre."
"isabella-pronuncio mi nombre con completo cuidado al tiempo que me despeinaba el pelo con la mano libre; un estremecimiento recorrio mi cuerpo ante ese roce fortuito- no podria vivir en paz conmigo mismo si te acusara daño alguno-fijo su mirada en el suelo nuevamente avergonzado- la idea de verte inmovil, pálida,helada... no volver a ver como te ruborizas, no ver jamas esa chispa de intuicion en los ojos cuando sospechas mis intenciones...seria insoportable-clavó sus hermoso y torturados ojos en los mios-ahora eres lo mas importante que he tenido nunca"

oh yeah los pensamientos de edward

Intenté comparar sus respuestas físicas con otras, como la secretaria y Jessica Stanley , pero la comparación no fue concluyente. Las mismas características – cambios en el ritmo cardiaco y las pautas en la respiración – podrían simple y fácilmente significar miedo o impresión o ansiedad cuando se interesaban. Parecía improbable que Bella pudiera estar entretenida con el mismo tipo de pensamientos que Jessica Stanley solía tener. Después de todo, Bella sabía muy bien que había algo mal en mi, incluso aunque no supiera exactamente que era eso. Ella había tocado mi piel de hielo, y entonces tiro su mano lejos del frio.
Y aún… cuando recordaba esas fantasías solían serme repulsivas, pero cuando las recordé con Bella en el lugar de Jessica…
Estaba respirando mas rápido, el fuego arañando de arriba abajo mi garganta.
Y que si hubiera sido Bella imaginándome con mis brazos envueltos alrededor de su frágil cuerpo? Sintiéndome empujarla apretadamente contra mi pecho y entonces ahuecar mi mano bajo su mentón? Cepillando la pesada cortina de su cabello hacia atrás de su rostro ruborizado? Trazando la forma de sus labios llenos con las puntas de mis dedos? Inclinando mi cara mas cerca de la suya, donde pudiera sentir el calor de su aliento en mi boca? Moviéndome aún mas cerca